Esta pequeña variedad de plantas
de exterior estarán felices si se las sitúan a pleno sol.
Todas ellas son sin duda alguna
de las más resistentes que podemos encontrar, y además son las que apenas nos
darán trabajo para mantenerlas hermosas y en flor durante muchos meses.
Todas pueden llegar a florecer
hasta bien entrado el otoño, dependiendo de la climatología del lugar. En
regiones de climas anuales cálidos muchas de ellas florecerán todo el año,
tomándose apenas un corto periodo de descanso.
Otras florecerán con profusión
para morir acabado su ciclo vital, como por ejemplo sucede con la Petunia, y
otras tantas requerirán de una poda o recorte como en el caso de la Lantana.
Lógicamente al ser plantas que
necesitan de modo fundamental mucho calor y sol, en lugares donde se cumpla
durante más tiempo estos requisitos, más prolongado será el periodo de floración
de cada una de estas plantas.
En cuanto a los riegos se deben
ajustar al calor reinante, así si las temperaturas son muy elevadas los riegos
serán en consecuencia más abundantes.
Estas especies se pueden cultivar
tanto en suelo donde adquirirán un buen porte , como en jardineras o macetas
alcanzando dimensiones más limitadas.
Al no ser plantas de una altura
excesiva, se podrá obtener el máximo valor ornamental colocando varios
ejemplares en una misma jardinera o maceta grande, conformando un magnífico y
vistoso agrupamiento.
Si se las acomoda entre ellas con
una combinación adecuada, según los colores de floración de cada ejemplar, el
resultado será muy decorativo y de un gran efecto visual.
Tendrán floraciones escalonadas o
sucesivas con sólo proporcionarles además de una situación bien soleada, riegos
abundantes en épocas de calor. Así mismo, será necesario abonarlas
periódicamente cada 10 días aproximadamente, o bien hacerlo al inicio del
periodo activo con un fertilizante de liberación lenta.
El abono más adecuado debe ser
especial para plantas de flor, para que sea rico en potasio y favorezca la
floración.
Un gesto que ayudará a todas
estas plantas a que crezcan sanas y florezcan en cantidad, consiste en retirar
las flores a medida que se vayan marchitando.
Las flores pasadas además de
afear al ejemplar le resta fuerza y no le permite florecer de nuevo, asimismo
es un foco de plagas y enfermedades indeseables.
Igualmente se debe quitar todo el
material seco que presenten como tallos y hojas. Si una planta tiene
dificultades para prosperar, una buena poda puede ayudar a que retoñe de nuevo,
pero hay que cortar una zona verde; si se corta sobre partes muertas no
rebrotará.
Las plantas que se vean débiles o
con una floración deficiente es muy beneficioso practicarles una poda suave. Al
descargarla de tallos sin fuerza, aprovecha mejor el agua y el abono, lo que le
permite rebrotar con más fuerza y con un crecimiento más ordenado.
Cuando las plantas crecen de
forma deficiente, son más vulnerables al ataque de plagas. Hay que controlar
los brotes jóvenes revisándolos a menudo, son una tentación para las plagas,
especialmente para los pulgones, ya que estas partes tiernas constituyen su
alimento preferido.
Entre las plantas más resistentes
se encuentran: Acalypha - Alyssum maritimum - Argyranthemum frutescens -
Gazania x hybrida - Lantana camara - Bidens ferulifolia - Bouganvillea glabra -
Portulaca umbraticola - Pelargonium (geranio) - Hibiscus rosa-sinensis -
Petunia hybrida - Portulaca - Tropaeolum majus - Solanum rantonnetii
Lantana
Solanum rantonnetii
Petunia hybrida
Bougainvillea
Fuente: http://plantayflor.blogspot.com.es/